No estamos listos

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Columna de opinión por Sergio Yáñez Silva *

A todos los peruanos, haitianos, bolivianos, argentinos, ecuatorianos, venezolanos y todo el resto de los inmigrantes que residen en nuestro país, les pido perdón. Chile no está listo, no estamos listos y es gracias a ustedes que nos damos cuenta de todo lo que nos falta. El problema de la inmigración en Chile es real, pero no es el que intentan pintar algunos sectores políticos. En esta columna intentaremos entregar, en base a números y estadísticas, el por qué de esta problemática, de dónde viene, y cómo se resuelve.

Racismo

Durante los últimos 5 años, el país vio un aumento significativo en el número de inmigrantes venidos desde Haití. El hecho dejó al descubierto una característica real de la cultura chilena que estaba dormida: el racismo (la xenofobia es muy real, pero hablaremos de ella luego). Es muy común escuchar en la calle, especialmente en los sectores más populares de Santiago, comentarios de la gente hablando de cómo estos “negros” se vinieron a instalar al país y se dedican a robar los trabajos y asaltar en las calles. Incluso, historias de cómo en los hospitales públicos vitorean cuando nace un niño blanco, entre todos los que nacen negros. Estos comentarios están cargados de un odio y reproche subconsciente, ya que quienes los emiten no se ven como personas de odio, si no que creen que  es la realidad. La vida indica que la situación es drásticamente diferente. Según el proyecto Candela, de Fuentes, Ruiz-Linares, Rothhammer et al [1], la composición genética promedio de los chilenos corresponde a la siguiente:

  1. 51.9% Europeo
  2. 44.3% Amerindio
  3. 3.8% Africano

Es decir, la “raza” chilena es una mezcla entre europeos y amerindios casi en un 50% cada uno, por lo que considerarnos “blancos”, asumiendo que dicha etiqueta fuera cargada de un privilegio real y natural, es simplemente equivocado. Si no somos blancos, entonces, ¿de dónde viene este odio inconsciente contra otros seres humanos solo a partir de su color de piel? Me atrevería a decir que proviene desde los tiempos coloniales, en los cuales era aún considerado normal tener esclavos que incluso eran importados desde África. Entiendo que eso ya  no es aceptable, pero, ¿nos quedamos tranquilos sabiendo que esa sensación de superioridad viene desde esa época?


Foto: Publimetro

Xenofobia

La RAE define a la xenofobia como el “miedo a los extranjeros”. Así tal cual. Lo interesante de esta definición, es que el concepto de miedo se traduce en muchas cosas a la vez, en particular en nuestro caso. La xenofobia comienza mucho antes de la inmigración Haitiana en Chile. La xenofobia comienza con Perú, y el odio inconsciente que se nos enseña sin palabras desde pequeños. “Los peruanos comen palomas”, “Plaza de armas es la capital de Perú”, entre otras, quedan como los chistes célebres de un sentimiento que se extiende, asumo yo, hasta la guerra del Pacífico. Nuevamente, “valores” de antes del siglo XIX que seguimos incorporando en nuestro día a día. Aquí hay algunos números interesantes para desarmar esta falsa sensación de superioridad que, en este caso, nos otorga nuestro derecho Ad Solis:

  1. Para el año 2016, en Chile vivían 470 mil extranjeros, representando un 2.8% de la población total (USA tiene un 13.% de inmigrantes legales , Argentina tiene aproximadamente un 5% de inmigrantes )
  2. En promedio, los extranjeros residentes en Chile tienen 12.5 años de escolaridad, versus 11 años del promedio de los chilenos.
  3. 5415 inmigrantes fueron detenidos el año 2015, representando un 1.1% de los detenidos totales. En la misma tónica, solo un 0.3% de las denuncias de ilícitos involucraron a extranjeros.

Tres conclusiones: No tenemos tantos inmigrantes, en promedio tienen mejor educación y no representan un número considerable en términos de delincuencia. Entonces, ¿por qué? Aún más, veamos la otra cara de la moneda. La cifra de chilenos en el extranjero asciende a más de 900,000 personas , equivalentes a aproximadamente el 5% de la población que vive en Chile. ¿Tratamos a los extranjeros en Chile, como esperamos traten a los chilenos en el extranjero? La respuesta es, lamentablemente, no.


La Solución

Tiempo. La economía en Chile en los últimos años convierten al país en un destino interesante para los que buscan un nuevo hogar, debido a malas condiciones de vida en su país de origen, cero oportunidades de trabajo o solamente buscando un cambio de aire. No estábamos preparados en el ámbito legal, es verdad, y la cultura chilena sintió el golpe al orgullo invisible. Llegaron a invadirnos. La mezcla de cultura hace bien al país, nos hace darnos cuenta de que vivimos en un mundo globalizado, donde las barreras dejan de ser geográficas y pasan a ser invisibles. Es nuestro deber abrazar esta globalización, y caminar hacia una multi-culturalidad nivel país.

Necesitamos mejorar la ley de inmigración, sí, claro. Las leyes evolucionan (y las constituciones debieran hacerlo también) para representar de manera fiel al escenario y contexto en el que están inmersas. Pero debe desarrollarse en una dirección al respeto, la inclusión y las oportunidades. La nacionalidad de tu pasaporte no indica que seas menos o más humano, y por ende, merecedor de respeto correspondiente. Chile debiera ser un país pionero en aceptar dicha responsabilidad.

¿Cómo puedes ayudar tú? Gran parte del problema reside en la gente, en su falta de conocimiento y su idea de que los inmigrantes vienen con intereses de invasión. Compartir en redes sociales es importante. El año 2014, Facebook indicó que contaban con 10 millones de usuarios chilenos mensuales, casi un 60% del país. Puedes ayudar compartiendo historias como éstas.

Haitianos hinchas de O’Higgins
Niños de varias nacionalidades celebran Fiestas Patrias

Fuentes: Ncbi, Emol, Migrationpolicy, Migraciones

Sergio Yáñez Silva* es Ingeniero en computación, músico y columnista

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